20 feb 2014

Devaluación, coleccionismo, y recesión


























Bueno, como todos sabrán, por los menos los argentinos, con la reciente devaluación del dólar, y restricciones en las importaciones y diferentes aranceles que se fueron implementando en ese rubro cada vez es más difícil y costoso poder traer algún producto desde el exterior.

Ojalá me hubiese gustado coleccionar mates, bombillas, termos, o cualquier otra cosa que se produzca en mi país desde siempre.

Por desgracia las cosas que me gustan y que me gustaron de toda al vida no se fabrican en el país, salvo en los primeros años de Alfonsín que Top Toys había conseguido las licencias de Mattel y fabricaba los muñecos de He-Man con las mismas matrices, quedando muñecos de excelente calidad casi al mismo nivel de los que se hacían en Estados Unidos.

Pero salvando esa honrosa excepción, los videojuegos y figuras de acción se fabrican en el exterior. Y como no son artículos de primera necesidad uno los limita al punto tal de dejar de comprarlos, cuando ve que los precios se disparan por las nubes cuando sacamos al cuenta de lo que costaría traerlos, y si a eso le sumamos que el producto debe pasar la "estricta" Aduana y el "dudoso" sistema de correo que tenemos, es tomar demasiados riesgos por algo que no sabemos como va a terminar.

Nos queda comprarlo al contrabandista de turno que venderá por el "famoso sitio de subastas" de nuestra región, ofreciendo el producto un 200% mas costoso que lo que se puede comprar en el exterior, pero con la seguridad que no vamos a tener que lidiar ni con la aduana ni con el correo.

Esto es como cuando fue la devaluación del 2001, donde el paso dejó de ser equivalente a un dólar y con ese cambio se modificaron nuestras prioridades. Mucha menos personas van a estar dispuestos a gastar dos o tres veces más de lo que venían gastando para comprar lo mismo, así nomás de un día para el otro.

Entonces es cuando se produce una recesión, pero no recesión de producción o de trabajo, sino de importadores. Porque ya deja de ser negocio traer productos importados. Para ello, el importador invierte mucho tiempo y dinero que después no le puede trasladar al producto ya que sino el producto resultará siendo incomparable. Y si no traslada todo entonces pierde su margen de ganancia, haciendo al operación gratis y nadie trabaja gratis.

Y es por ello que los coleccionistas modestos, como yo, que no tienen ingresos suntuosos son los primeros que mueven los cañones para otro flanco porque no da el bolsillo para poder sortear una fuerte devaluación, creciente inflación, políticas de restricciones de importación y poder seguir viviendo con el mismo ingreso.

Es una lástima que los importadores tengan cada vez menos trabajo, pero así es la cosa, no podemos comprarle al importador por los altos costos, y no podemos importar nosotros por las restricciones y costos que se imponen. Así que por ahora no se va a comprar nada de videojuegos ni figuras de acción, hasta que no se recompongan los sueldos y se equilibre un poco la balanza.

La restricción de gastos innecesarios es siempre la base de la pirámide económica doméstica y casi les diría que se puede aplicar también en la macro economía.

Esperemos que las cosas puedan volverse mas competitivas pronto y que todos podamos recobrar nuestro poder adquisitivo tanto para cubrir nuestras necesidades como para poder darnos esos gustos que nos hacían un poco más felices.



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